Acostumbrado a levantarme tempranito, pá compañar a mi Papa al trabajo, ese veinticuatro era como si juera Domingo, nada e'tareya, nada e'asoliada, ¡Sólo Choteyo!
La María, mi hermana, también se levantó temprano, pá ir con mi Mama al pueblo a trer los comprados pá la Cena.
Juimos a bañarnos. Diunos bejucos me tiré a la poza, igual como ví a Tarzán en el pedazo de diario a colores, en que venía envuelta la tapa de dulce.
La María por estarme aplaudiendo, simás dejír en la corriente el huacal con que se estaba bañando.
Llegamos de guelta al rancho, despertando con el retozo a todos, Bravo, mi Papa, nos calló la bulla diciendo: - ¡Dejen dormir cipotes! ¡no jodan tanto! ¡trínquense otra vez! ¡quioy nuay pisto!. Tristes, nos miramos; nuiva ver pollo, ni cuetes, ni nada.
Salimos al patio; nos sentamos en las raices del mango y con las manos teniéndonos las quijadas, nos quedamos viendo salir al sol dialláaa lejos".
Pasaron los Pérez, los Monzones, todos los del Valle. La vereda los llevaba recto alPueblo.
Caminamos un rato, viendo siempre pá bajo. Pasamos el riyo y salimos al otro lado, onde vivía Don Chema.
Eran enemigos mi Papa y Don Chema. Desde la vez que me metí al gallinero y lespanté toditiiitas las gallinas. Como me reí everlo ese día. Corriya y corriya diun lado pá otro sin poder alcanzarlas.
En eso estaba pensando cuando oyí un papaleo: ¡Era el gallo chorompo e Don Chema!.
Cuando el animal, quiandaba buscando comida, estuvo más cerca, miré a la María con sonrisa e malicia y le dije : - Seguro se saltó el cedaaazo. La María se rió al entenderme y me siguió pa yudarme.
Despacito nos juimos moviendo. El gallo volteaba el ojo y sonaba el pescuezo cada vez que nos miraba acercanos. Caminaba pa trás, y no siva, confiado de sus espuelas quiá más diuno le había ensartado.
Lo acorralamos por unos bambús, la María con miedo se le tiró encima. ¡¡ Se armó un gran relaaajo !! . Al final de cuentas se le salió, dejándole solo las plumas de la cola en las manos. Pero ahí estaba Yo, detrás, y conmigo si no se jué.
Al nomás agarrarlo y oyir la vocesota e Don Chema gritando: -Dejenme al gallo cipotes! ¡no se lo gueveyen!- Salimos zumbados como el diablo.
Apenas habíamos llegado al riyo, cuando sentí las manotas e don Chema clavadas en l espalda. Medio me le solté, gatiando y por entre las patas me le juí.
Comencé a saltar de piedra en piedra, y en una desas ¡PUM GUM!. Me cayí dándome un sopapo en el coco.
Así quedamos: destripado el gallo, sin sentido yo. Mi hermana chillando y gritando: - ¡Camilo! - ¡Camilo!¡ levantaate, jodido! ¡levantaate ! Y Don Chema" cheeerche, cheerche de la flisión.
Me levantó antes que me hogara; me acostó en l orilla. Cuando desperté, lo que busqué primero fuel gallo. Al ver que la María lo tenía bien agarrado, todo bolo y quebrado del brazo le dije: ¡Monós María! ¡Monós! ¡ que nos nos quite el gallo! ¡Quese gallo es miyo!.
No nos dejuir solos. Me llevó chiniado.
Al verme mi Papa todo bañado e sangre e gallo, fual rancho y salió con el colín en la mano.
¡Que melizo al cipote! ¡Que cosa melizo jué tantas ! Gritaba. ¡No Papa! Le dije.
Nada mizo. Me cayí en el riyo. Juí Yo solo.
Le conté más o menos como estuvo la cosa, y nos dijo: ¡Ya no chillen! Si no, ya les va caer.
Don Chema pagó la enyesada y nos regaló el gallo.
Parecía otro. Se veía gueno y sonrisas empezaba a enseñarnos.
Invitaaaaalo", dijo mi Mama a mi Papa, y así jué.
En la noche, Don Chema, sentado en el mejor zancudo del rancho, chistaba.
Nubo cuetes pa mi, tenía el brazo tilinte. Mi alegriya fue oyirlos hablando, y ver los escupidores y los buscaniguas alumbrando la noche.
¡Dieron las doce en el radio!
¡Afuera, reventaron mas cuetes! ¡Sonaron balazos! ¡Del pueblo llegaba el ruido de las reventazones !
¡Y aentro, en el rancho, hubieron abrazos! " ¡Y tragos! ¡Y panes !
Hoy ya siablan, son compadres.
Don Chema es mi padrino
Esse veinnticuatro, pa mí, pa mí, fuel mejor " |
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